En un artículo publicado por Martha Lorenia Monreal Quintana Psicóloga en Centro Integral de Psicología. La evolución -muy sabiamente- nos programó́ a todos para evadir el dolor (gracias a esto es que hemos sobrevivido), pero una consecuencia de esto es que tendemos a evitar TODO tipo de dolor, tanto físico como psicológico, y por ende cualquier experiencia que nos parezca dolorosa.


Hacer esto, normalmente viene con un precio muy alto: en muchos casos, lo que hacemos para evadir el dolor nos causa más daño que el dolor en sí mismo, concluye la autora.


Vemos como en nuestros países las adicciones van en aumento, escondidas muchas veces en tragos sociales, con el consumo excesivo de alcohol, comer dulces y adicciones mortales, como las drogas, que a menudo están relacionadas con el deseo de estar y sentirse bien.


El concepto de bienestar, así como el de felicidad, son nociones muy difíciles de definir o determinar de manera concisa, aunque ambos conceptos se caracterizan por una sensación de bienestar y satisfacción general.


Por ejemplo, cuando te sientes mal por el sobre peso o medida en tu cuerpo, normalmente trata de evitar el tener hambre y no se da cuenta que eso lo lleva después, a comer en exceso, o sentir ansiedad y aislarse de la sociedad o no ponerse el bikini que compro para ir a la playa en verano.


Cuando las personas se emborrachan con alcohol, dulces o muchos narcóticos, a menudo buscan satisfacer sus «antojos» creando un bienestar que se refleja a nivel físico como un ascenso violento a los niveles de dopamina en su cuerpo.


Actualmente por confinamiento muchas personas desesperada en su hogar por no ver una solución rápida a futuro, abusan del alcohol y las drogas. Esto sucede en gran parte a los jóvenes y en las personas mayores porque el envejecimiento reduce los niveles de dopamina.


Los fumadores enfrentan una situación difícil, porque son adictos a la liberación leve de dopamina que obtienen al encender un cigarrillo.


El cerebro usa la dopamina para algo más que elevar el estado de ánimo. También permite un rendimiento cognitivo y una coordinación corporal juvenil.


El agotamiento de la dopamina está relacionado con enfermedades neurodegenerativas (más allá del Parkinson) junto con la reducción de la esperanza de vida.


La dopamina es producida por células especializadas que mueren con el envejecimiento. Después de los 45 años, los niveles cerebrales de dopamina disminuyen en un 13% cada año. Cuando solo queda el 30% de las células productoras de dopamina, se manifiestan los síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Si las células productoras de dopamina disminuyen al 10% de lo normal, el resultado puede ser la muerte.

A medida que las personas envejecen, los niveles de la enzima MAO-B aumentan y eliminan demasiada dopamina, en parte, es la razón por la que las personas comienzan a sentir que su edad disminuye a medida que disminuyen los niveles de dopamina juvenil.


Una solución es ingerir compuestos que inhiben la enzima MAO-B.


Existen formas comprobadas de bloquear esta enzima que descompone la dopamina en el cerebro y ayudan a proteger sus células productoras contra la neurotoxicidad.


Un fármaco llamado Deprenyl funciona como inhibidores de la enzima MAO-B y se utilizan como tratamiento complementario para la enfermedad de Parkinson. El Parkinson se caracteriza por un grave agotamiento de la dopamina y una muerte acelerada de las células cerebrales que la producen.


Estudios publicados procedentes de Europa muestran un aumento de la vida útil de los animales que recibieron Deprenyl. Cuando se trató a ratas de edad avanzada, la esperanza de vida restante se duplicó.


Además de una esperanza de vida más larga, algunos animales que recibieron suplementos de Deprenyl mostraron niveles de energía más juveniles y una actividad sexual drásticamente aumentada. Esta avalancha de datos científicos de Europa hizo que los estadounidenses clamaran por tener en sus manos este fármaco.


Si bien Deprenyl se había utilizado en Europa para tratar la enfermedad de Parkinson a partir de la década de 1970, la FDA no lo aprobó para los estadounidenses hasta 1989.


Life Extension® y los grupos de apoyo de Parkinson libraron una batalla de varios años para obligar a la FDA a aprobar Deprenyl.
A pesar de perder el estatus de patente hace décadas, Deprenyl todavía cuesta más de lo que debería y el problema es que la mayoría de los médicos no están dispuestos a recetarlo con fines antienvejecimiento (es decir, «fuera de lo que dice la etiqueta»).
La cocaína, la nicotina, el alcohol, el azúcar, los opioides aumentan los niveles de dopamina en su cerebro, usarlo seria la peor decisión ya que afecta su salud.


La buena noticia es que se ha descubierto otro inhibidor de la enzima MAO-B derivado de plantas que cuesta mucho menos y ayudan aumentar los niveles de dopamina.


Inhibidores de MAO-B derivados de plantasUna de las 50 principales plantas medicinales utilizadas en Corea y China es la corteza del árbol de corcho de Amur. Tiene un nombre difícil de pronunciar: Phellodendron amurenses o alcornoque de Amur. Se ha utilizado durante siglos en Asia para tratar infecciones del tracto urinario y digestivo, así como otras fuentes de inflamación aguda.


Cuando se estudió in vitro contra otras plantas, se clasificó como uno de los inhibidores más potentes y selectivos de la MAO-B. Mostró más del 80% de inhibición de la actividad de la enzima MAO-B, que es comparable el Deprenyl.

Los de bienestar y salud de Life Extensión tuvieron interacciones directas con el inventor húngaro de Deprenyl (Dr. Joseph Knoll), este indico que para propósitos antienvejecimiento, una dosis de 5mg de Deprenyl dos veces por semana probablemente produciría beneficios. Sin embargo, el alcornoque de Amur, en la dosis de 500mg, se puede tomar diariamente.


Para protegerse contra la eventual pérdida de dopamina, es fundamental proteger también las células productoras de dopamina en el cerebro.

El exceso de actividad de MAO-B provoca la formación de subproductos tóxicos, como peróxido de hidrógeno, radicales libres y aldehídos. Estos compuestos pueden causar estragos en las células cerebrales y contribuir a la neurotoxicidad.


Se ha demostrado que el árbol de corcho de Amur es neuroprotector en modelos celulares y animales de neurodegeneración.
Las personas mayores de 45 años pueden intervenir tomando 500 mg de polvo de corteza de árbol de corcho de Amur al día, porque esta representa una ventaja por su bajo precio y siglos de uso medicinal documentado en Asia. También está la opción de tomar 800 mg de extracto de avena verde al día incluido en otro suplemento.


La dopamina es su principal compuesto para sentirse bien, ¿Por qué acudir al alcohol, droga, dulces o cigarrillos si tiene una opción vegetal que puede ayudarlo y al mismo tiempo prolongar su vida?

Fuente:Available at: https://www.webmd.com/mental-health/what-is-dopamine. Accessed February 1, 2021.https://cideps.com/esta-bien-sentirse-mal/Articulo William Faloon Revista Life Extension abril 2021.Wikipedia

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