El término «dieta antiinflamatoria» la usan muchos entrenadores personales y también en las conversaciones sobre nutrición.

¿por qué la inflamación es mala para nosotros? ¿Y qué tiene que ver la comida con eso?

La inflamación es parte de la respuesta normal de su cuerpo a una infección o lesión. Es cuando el tejido dañado libera sustancias químicas que les indican a los glóbulos blancos que comiencen a repararse. Pero a veces, la inflamación es de bajo grado, se disemina por todo el cuerpo y se convierte en crónica.

Esta inflamación crónica puede dañar su cuerpo. Puede desempeñar un papel en la acumulación de placa en las arterias que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. También está asociado con un mayor riesgo de cáncer, diabetes y otras afecciones crónicas.

Pero, ¿Cómo su comida puede ayudar?

Dependiendo de su condición metabólica, los alimentos pueden tener un impacto en la inflamación de su cuerpo. Los científicos todavía están desentrañando cómo los alimentos afectan los procesos inflamatorios del cuerpo, pero por ahora, saben algunas cosas.

La investigación muestra que lo que come puede afectar los niveles de proteína C reactiva (PCR), un marcador de inflamación, en su sangre. Eso podría deberse a que algunos alimentos como los azúcares procesados ​​ayudan a liberar mensajeros inflamatorios que pueden aumentar el riesgo de inflamación crónica.

Sin embargo, aunque no lo crea, otros alimentos como frutas y verduras ayudan a su cuerpo a luchar contra el estrés oxidativo, que puede desencadenar inflamación.

La buena noticia: los supuestos alimentos que son antiinflamatorios tienden a ser los mismos alimentos que también pueden ayudar a mantener su cuerpo saludable de otras maneras. Por lo tanto, comer pensando en la inflamación no tiene por qué ser complicado ni restrictivo.

¿Es la avena un alimento proinflamatorio?»

Si eres sensible al gluten o intolerante a la avena de alguna manera que involucre su sistema inmunológico, sí. 

Si no tiene estas condiciones, entonces cómase su avena.

Si la avena es parte de su rotación diaria de desayuno, está en un buen lugar.

La avena contiene betaglucanos que son fibras no digeribles que pueden mejorar la respuesta inmune innata. Además, ciertos tipos de fibras en la avena pueden actuar como un prebiótico para ayudar a que florezcan las bacterias intestinales beneficiosas.

Algunas personas alegan que la avena contiene lectina ingrediente supuestamente inflamatorio.

Las lectinas son proteínas naturales que están presentes en la mayoría de los vegetales. Algunos alimentos que contienen gran cantidad de lectinas son las habichuelas (frijoles, alubias), el maní (cacahuate), las lentejas, los tomates, las papas, la berenjena, las frutas, el trigo y otros cereales. Las lectinas desempeñan una función protectora, a medida que los vegetales crecen, y no tienen ningún valor nutricional cuando se consumen en los alimentos.

Algunos estudios parecen indicar que consumir gran cantidad de lectinas crudas puede tener efectos negativos sobre la salud. Sin embargo, la cantidad que habría que consumir a diario para alcanzar ese nivel es mucho mayor de lo que una alimentación normal supone. Los estudios también han demostrado que las lectinas se descomponen al procesarlas o cocerlas, por lo que el riesgo de sufrir efectos adversos sobre la no es motivo de alarma.

La mayoría de los alimentos con lectinas están entre las recomendaciones para una alimentación sana y bien balanceada.

Los beneficios para la salud de incorporar esos alimentos en la alimentación exceden las supuestas ventajas de evitar los alimentos con lectinas. Por lo tanto, la mayoría de los especialistas en dietética normalmente no recomendaría una alimentación que evite las lectinas.

Hay gran cantidad de evidencia científica y bien fundamentada que claramente sustenta los beneficios de una alimentación rica en frutas, verduras y cereales integrales.

Siga estos 5 pasos y entre en la moda de los alimentos antiinflamatorios.

  1. Come más vegetales. comer un arco iris de frutas, verduras, granos integrales y legumbres es el mejor lugar para comenzar.
  2. Concéntrese en los antioxidantes. Ayudan a prevenir, retrasar o reparar algunos tipos de daño celular y tisular. Se encuentran en frutas y verduras coloridas como bayas, verduras de hoja verde, remolacha y aguacates, así como en frijoles y lentejas, cereales integrales, jengibre, cúrcuma y té verde.
  3. Consuma Omega-3. Los ácidos grasos omega-3 juegan un papel en la regulación del proceso inflamatorio de su cuerpo y podrían ayudar a regular el dolor relacionado con la inflamación. 
  4. Menos carne roja. Apunta a una meta realista. Intente sustituir su carne de res a la hora del almuerzo con pescado, nueces o proteína a base de soja unas cuantas veces a la semana.
  5. Evita las cosas procesadas. Los cereales y bebidas azucarados, los alimentos fritos y los pasteles son todos delincuentes

No dejes de incluir los suplementos correspondientes a los activadores senolíticos.

Fuente:

mayoclinic.org

Life Extension articulo By Holli Ryan RD, LD/N

Wikipedia

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