Un reencuentro con el placer

La riqueza sensual de todo ser humano forma parte de un conjunto de eventos desde una mirada o una caricia, que pueden valer por muchos coitos o quizás ser la antesala de una ardiente escena sexual.

¿Pero que nos está afectando tanto, que las consultas están repletas de mujeres por una baja en la libido y sin importar la edad, hombres con problemas de erección?

Quizás en esta fecha podemos culpar a la crisis por la pandemia, ya que sabemos hay una disminución gradual de la producción de hormonas relacionada con la edad que se va agravado por el estrés mental y físico, provocando que el cuerpo lo compense con una mayor secreción de ciertas hormonas, que pone a prueba las glándulas endocrinas.

Cuanto más la glándula endocrina produzcan hormonas, más probable y rápidamente envejezca prematuramente y se vuelva incapaz de producir suficientes hormonas para satisfacer las necesidades diarias.

Por ejemplo, tomemos las glándulas suprarrenales, que producen hormonas para hacer frente al estrés.

Si el estrés es demasiado severo y persistente durante muchos meses, no hay posibilidad de que las glándulas suprarrenales se recuperen. Después de producir hormonas en exceso, la producción colapsará y terminará en lo que se llama agotamiento suprarrenal. Eso significa que las glándulas suprarrenales ya no pueden producir suficientes hormonas, incluso en condiciones de poco estrés.

También muchos factores ambientales afectan las hormonas. Por ejemplo, no es aconsejable comer alimentos o beber bebidas que contengan contaminantes. La investigación ha demostrado que las subunidades de plástico de las paredes de las botellas de agua de plástico migran al líquido. Estas unidades tienen efectos similares a los del estrógeno. ¿Pero, cuantos de nosotros toma diariamente agua de botellitas?

Otro asunto son las toxinas en los alimentos, como las grasas trans y los hidrocarburos aromáticos policíclicos que aparecen en los alimentos a la parrilla, dañan las glándulas endocrinas y las hacen envejecer más rápido.

Los pesticidas en los alimentos también pueden ser un problema porque muchos de ellos tienen afinidad con los receptores de hormonas sexuales y pueden bloquear los efectos beneficiosos de dichas hormonas.

¿Y el alcohol que tanto les gusta a muchos hombres?, estos contienen tres tipos de estrógenos: fitoestrógenos, mico estrógenos y pesticidas estrogénicos. Todos estos se oponen a la acción de la testosterona. Además, acelera en el hígado, la conversión de testosterona en estradiol, agotándola y aumentando los niveles de estrógeno a un punto excesivo.

El avance más impresionante de la medicina en las próximas décadas vendrá de un cambio de enfoque de las terapias que tratan las causas de la enfermedad.

Los médicos y los pacientes prestarán mayor atención a las terapias hormonales y nutricionales y utilizarán fármacos como última opción, en áreas donde la suplementación hormonal y nutricional no sea suficiente.

Algunos tratamientos, como el de la tiroides y la hormona del crecimiento, podrían iniciarse en dosis muy bajas y luego aumentarse lentamente. Otros tratamientos, como las hormonas suprarrenales (DHEA, cortisol, pregnenolona, ​​aldosterona), hormonas sexuales (testosterona, estrógeno, progesterona) y melatonina, pueden iniciarse en la dosis que se espera sea óptima.

Las personas con signos y síntomas de deficiencia hormonal, pueden iniciar terapias controladas periódicamente por análisis clínicos indicado por su profesional de salud.

Es conveniente señalar que tratamientos con DHEA, testosterona, estrógeno, progesterona etc. Utilizados con fármacos, siempre es conveniente tener el consejo de su medico o un especialista en este tipo de salud.

¿Pero qué hacer? Si tiene temor de usar hormonas o no tiene cerca la recomendación de un profesional de salud, una opción de bajo costo, son los adaptógenos.

Los adaptógenos son nutrientes que se han utilizado durante miles de años para ayudar a contrarrestar los efectos negativos del estrés al restaurar el equilibrio natural del cuerpo.

La investigación moderna ha confirmado ahora que adaptógenos específicos pueden ayudar al cuerpo a combatir los efectos bioquímicos y emocionales dañinos del estrés ayudando las glándulas adrenales.

El resultado es un mejor estado de ánimo, mayor energía, menor incidencia de enfermedades crónicas y mayor longevidad y mejor deseo sexual.